El control que quieren tener algunas empresas sobre sus dispositivos es cada vez más enfermizo y alguna ya ha cruzado determinada sobrepasa las técnicas que me podría imaginar. Ese límite lo ha cruzado Motorola en Droid X, que ha sido programado para dejar inservible el Smartphone si este es rooteado o se le modifica el sistema operativo.
El teléfono incorpora una tecnología llamada eFuse que fue creada por IBM y que permite al procesador re-programarse sobre la marcha.
En el caso de Droid X realiza una serie de verificaciones cuando se inicia y en el caso de fallar se ejecuta un comando que destruye el arranque del sistema. Si al leer esto te ha chocado, ojo a lo siguiente: si queremos recuperar el sistema no lo podemos hacer nosotros mismos, sino que tendremos que ir al soporte técnico de Motorola para que nos solucionen el problema. Y muy posiblemente en las condiciones de la garantía específica que no se pueden realizar modificaciones en el sistema operativo, por lo tanto, si lo queremos reparar tendremos que pasar por caja.Así que si nos compramos un Droid X y decidimos que queremos aprovechar más el dispositivo que hemos comprado, nos encontraremos con que dejará de funcionar y tendremos un bonito ladrillo sin demasiada utilidad, ¿hasta donde quieren llegar las empresas con el control que quieren tener sobre sus productos? Se supone que cuando compramos cualquier teléfono no lo estamos alquilado, por lo que desde la moral empresarial querer tener un control sobre todo resulta cuanto menos, excesivo.
Todo esto es realmente preocupante, se empieza queriendo controlar el software que se ejecuta y se puede terminar haciendo que sólo haya compatibilidad con los dispositivos que ellos quieran. Es como si nos compramos un televisor Sony (por poner un ejemplo) y a este sólo le podemos conectar un DVD de la misma marca, porque si es de otra, simplemente no funciona.
Es realmente triste que una empresa quiera limitar las posibilidades de un teléfono y del software que corre sobre él, que en este caso es Android. Un sistema operativo que no es cerrado y que permite a sus usuarios modificarlo si lo creen necesario. Con este movimiento Motorola hace algo que va en contra del espíritu del sistema con el único fin de tener todo controlado y hace que Droid X no sea un teléfono recomendable para las personas que quieran realizar modificaciones en el sistema para personalizarlo, lo cual es una lastima porque es un gran teléfono y podría ser una dura competencia para el resto.
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