El James Webb, que capta seis veces más luz, deberá arrojar nuevos datos
sobre aquellos períodos en los cuales no existían aún estrellas ni
galaxias
El sucesor del telescopio
espacial Hubble será el James Webb, pero está previsto que comience
a funcionar en el año 2014. La agencia espacial estadounidense NASA promete
maravillas con este nuevo aparato.
El espejo del telescopio infrarrojo tendrá el doble de tamaño que el
del Hubble y captará seis veces más luz. James Webb, al igual que otros
telescopios, seguirá escudriñando el pasado y deberá arrojar luz sobre
aquellos oscuros períodos en los cuales no existían aún estrellas ni
galaxias.
Este telescopio nuevo cuesta al menos 4.500 millones de dólares y
lleva el nombre del ex director de la NASA James Webb, que condujo la
organización entre 1961 y 1968.
El James Webb será colocado en una órbita a más de 1,5 millones de
kilómetros de la Tierra.
Una protección, del tamaño de una cancha de tenis, captará los rayos
solares así como la radiación infrarroja proveniente de la Tierra y la
Luna, para que irriten lo menos posibles los potentes ojos del
telescopio, de manera que este pueda dar una mirada al inicio del
Universo, remontándose hasta 200 millones de años después de la Gran
Explosión, el Big Bang.
El James Webb deberá responder dos preguntas: ¿cómo empezó todo? Y
¿hay vida en otro sitio del Universo?
El telescopio se convertirá en una obra maestra técnica llena de
aplicaciones nuevas. Para que las imágenes que tome sean de alta
resolución y no salgan movidas, en el movimiento se debe mantener una
tolerancia, equivalente a una milésima de un cabello humano.
Este nuevo telescopio espacial es un proyecto en el que participan
también otras agencias astronáuticas. El aparato será lanzado al espacio
con un cohete Ariane 5 de la Agencia Espacial Europea (ESA).
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