El último hallazgo en el campo de la invisibilidad es una diminuta capa tridimensional capaz de ocultar pequeños volúmenes u objetos gracias a la dispersión de los rayos de luz, un invento del que informa hoy la revista “Science”.
La capa está compuesta de polímeros y su superficie contiene lentes
que proyectan las ondas de luz parcialmente inclinadas para dispersarlas
y ocultar el objeto al ojo humano.
Hasta ahora “todos los experimentos trabajaban solo en el terreno
bidimensional, lo que significa que (los objetos) se hacían
inmediatamente visibles si los mirabas fuera de ese plano”, explicó a
Efe Tolga Ergin, autora principal del estudio.
Mientras “mucha gente juega a hacer trucos con cámaras y proyectores
para dar ilusión de invisibilidad, nosotros estamos controlando la
propagación de luz y cambiando su haz”, explicó Ergin, del Instituto
para la Tecnología de Karlsruher (Alemania).
La nueva estructura de invisibilidad tridimensional -la capa- es tan
fina que “apenas puede verse a simple vista”, lo que “nos sitúa muy
lejos de poder crear algún tipo de “traje invisible””, sentenció la
profesora.
“No quiero imaginarme cuánto tiempo será necesario para crear una
estructura de unos pocos metros”, reflexionó.
Ergin y su equipo diseñaron una “alfombra” cuya superficie se
deforma al colocar un objeto por debajo, lo que origina un bulto que
revela su presencia.
Sin embargo, “si ponemos la capa de invisibilidad por encima de ese
bulto, las distorsiones desaparecen”, explicó la investigadora.
“Volverás a ver solo un espejo llano y no podrás adivinar que se
esconde algo debajo”, aseguró Ergin.
Los resultados de este estudio suponen un paso más en el
conocimiento de la óptica de la transformación, una técnica que emplea
materiales capaces de guiar y controlar la dirección de la luz.
Preguntada por las posibles aplicaciones del invento, la física
descartó cualquier finalidad militar.
“No creo que tengamos que temer
ningún soldado invisible”
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